Los siguientes capítulos corresponden
a traducciones enormemente resumidas del libro Reglas para
Tenkaton, de Aleg el Lagarto. Cada capítulo corresponde
a un tema en particular, y han sido presentados aquí
con el propósito de quien los lea se lleve una impresión
muy general aunque completa del mundo ficticio de Logomenkos.
Para quien esté más interesado en el tema, lo
remito al excelente libro Aleg el Lagarto, escrito en 1823
por la antropóloga Mally Stevenson.
- Prof. Sheal K. Logmen, recopilador.
¿Qué
es realmente Logomenkos?
Lo primero que pensé cuando me encontré
por primera vez en lo que llamé Logomenkos fue: ¿es
todo esto invento mío, de mis emociones? Y así
lo creí al comienzo. Pero entonces, luego de pensarlo
bastante me di cuenta de que no importa a qué conclusión
llegara, siempre podía ser criticada severamente. Entonces
me olvidé de tal problema para siempre. Años
más tarde quise pensar de nuevo en el problema, y casi
ocurre una calamidad por intentarlo. De ahí mi primera
regla:
Si se quiere sobrevivir en Logomenkos no
se debe pensar en si se está o no en un sueño.
Logomenkos es para mi gusto un universo caracterizado
por la ausencia de reglas básicas. Quien viva en Logomenkos
y crea que existe algún orden preestablecido rápidamente
enloquecerá. Esto no entonces no nos deja sino con
dos opciones: o bien enloquecer para no enloquecer, o bien
resistirse a enloquecer y entonces inevitablemente hacerlo
más adelante. He oído de una tercera opción
durante mis viajes, mas no creo que realmente exista.
Como ya lo he explicado, mi entrada al mundo
de Logomenkos fue mediante Khina, mi puertecita. Ahora me
encuentro en Logomenkos. Me encontraba antes en el mundo 'normal'.
Son dos mundos muy distintos. Pero lo que me pregunto es si
Logomenkos es sólo una parte desconocida del mundo
que ya conocía. O si Logomenkos es un mundo independiente
del mundo que ya conocía, al cual accedí mediante
un sistema que desconozco con detalle. Me pregunto, en esencia,
¿qué es Logomenkos?
No he encontrado respuesta definitiva a mi
pregunta. Sin embargo, sí tengo una temporal. Pero
antes quisiera dar a conocer las características más
importantes de Logomenkos que he descubierto:
La inestabilidad: Logomenkos es ausente de
reglas generalizables. Uno tal vez podría hablar de
algunas leyes, pero se daría cuenta pronto que no se
cumplen siempre, y en algunos casos, casi nunca. Se ha recurrido
a explicaciones mágicas para esto, y la mayoría
de quienes han desafiado estas explicaciones y buscado alguna
lógica en todo este asunto han terminado desistiendo
de su propósito. A quienes todavía piensan que
existe explicación lógica para el mundo se les
llama por los común charlatanes o primaristas. Yo les
llamo simplemente, fantasiosos.
La diversidad de razas hablantes: En este
mundo uno no puede fiarse de que algún ser vivo no
hable, incluyendo cualquier planta o animal. Es más,
atribuyo las voces fantasmagóricas que muchas veces
escucho a criaturas invisibles para mí, aunque esto
es simple especulación. No me sorprendería el
hecho de que existan voces por ahí, sin ningún
hablante que las hubiera emitido.
El poder del lenguaje: Logomenkos puede llegar
a ser un paraíso para quien domine el arte del lenguaje,
y una verdadera pesadilla para quien no lo haga. Esto se debe
a que el mundo físico se encuentra subordinado al lenguaje.
Las palabras habladas y lo que escribas puede influir realmente
en el mundo. Alterar tu cuerpo, hacer que sucedan cosas, invocar
seres, y muchas otras cosas. Se necesita, para esto, sin embargo,
ser un maestro en el asunto. También se necesita, en
algunas ocasiones mucho escepticismo Entre uno menos crea
que va a suceder algo extraño, entonces eso sucede
con mayor intensidad.
Los cambios de identidad: De las cosas más
fantásticas de este mundo son los cambios de identidad.
He sido testigo de cómo varios seres se unen para luego
conformar un solo ser, o de cómo un solo ser logra
fragmentarse para convertirse en dos o más seres. Lo
que he visto es que este proceso es verbal más que
de otro estilo. Los que van a fusionarse deben siempre dialogar,
fusionándose en el diálogo, es decir, volviéndose
uno. Luego (aunque en paralelo, pero más como consecuencia
de lo que se está diciendo) viene lo físico.
Igual ocurre en la fragmentación.
Mi conclusión sobre este mundo es
que es exactamente lo contrario de lo que todo mundo imaginado
por mí podría llegar a ser: con leyes eternas
y estables, donde el lenguaje no determinara lo físico
sino más bien al contrario. Y de lo que puedo decir
sobre mis experiencias, Logomenkos no cumple con los requerimientos
que yo imaginaba indispensables. Esto simplemente es así,
y no me he puesto demasiado en serio en la tarea de investigarlo.
Otros podrán hacerlo, si gustan.
Caracterización
geográfica
Antes que nada quisiera permitirme decir
lo siguiente: debo hacer muchas generalizaciones. No es cierto
en todos los casos todo lo que digo aquí, sino más
bien es cierto en la mayor parte de los casos. De esto hablaré
más adelante, puesto que Logomenkos es un mundo bastante
inestable.
Físicamente hablando, me atrevería
a describir a Logomenkos como una gran selva cubierta por
un hermoso cielo color púrpura, en donde habita una
luna gris, y rodeada por un gran mar negro. Es algo extraño,
pero en este mundo no hay sol; la luna se encarga de ser luna
y ser sol a la vez... ni siquiera puedo justificar el porqué
la he llamado luna en vez de sol, o mejor sol-luna, o porqué
no la he bautizado con otro nombre. Para mí es una
luna.
En aquella selva se encuentran frecuentemente
terrenos rocosos muy extensos de forma muy irregular. He llamado
a estos terrenos Kubbannas. Algunos kubbannas están
a un nivel más profundo del nivel de la selva, y otros
se encuentran a un nivel mucho más alto. Sin embargo
nunca me encontré con un kubbanna que se encontrara
al mismo nivel que el nivel de la selva. En los Kubbannas
se han acentuado la mayoría de las regiones o civilizaciones
que conozco. En ocasiones en el centro de ellos se encuentran
desiertos o bosques.
La gran selva está rodeada por un
gran mar negro muy profundo. La primera vez que me encontré
con este mar no pude contener mi sorpresa puesto que no estaba
acostumbrado a un mar negro. Pero luego me animé a
introducir mi mano en aquella sopa. Es un líquido muy
fluido, que por momentos parece como el agua. Pero es más
caprichoso. A veces, sin razón alguna, se levanta,
se desintegra en gotas, o comienza a fluir.
En Logomenkos abundan unos pequeños
riachuelos (también de aguas negras), que he designado
con el nombre de liks. Los liks son muy poco extensos, o al
menos parecen serlo. Pero a veces bajo ellos se esconde un
mundo donde habitan criaturas bastante grandes de varias patas
que describiré en su debido momento. Con las palabras
adecuadas se puede uno sumergir en un lik y llegar a invadir
los territorios de estos seres gigantes, que son regiones
de una gran belleza. Sin embargo, el problema radica en salirse
de un lik. En una ocasión duré atrapado más
de cien días. He tomado la sabia decisión de
no entrar más a estas tierras.
No sería muy útil describir
el clima de Logomenkos, debido a que es demasiado inestable
y no puede predecírsele. Aunque por momentos parece
estabilizase. Es muy frecuente que llueva fuertemente (agua,
es decir, distinta del líquido del mar y los riachuelos),
pero las lluvias son en muchas ocasiones interrumpidas por
un calor descomunal. Las nevadas no son muy frecuentes, aunque
sí más que los veranos intensos. El clima típico
es un clima frío, fácil de soportar por la mayoría
de los seres.
El lenguaje
Lo más distintivo de Logomenkos, es,
en realidad, el papel que juega el lenguaje. Podría
decirse no que el mundo es quien somete a sus habitantes,
sino que es el lenguaje de sus habitantes el que somete al
mundo, el que lo caracteriza. Y es también el lenguaje
el que les da su identidad, es decir, lo que ellos creen ser.
El lenguaje es el espíritu primario de Logomenkos.
Y es por eso que en este mundo ocurren cosas verdaderamente
impresionantes.
En primer lugar, me atrevo a decir que no
es tan importante lo que hagas en el mundo físico sino
más bien lo que hagas en el mundo del lenguaje. Incluso
más importante que lo que pienses. Lo que dices influye
no sólo en las acciones de los otros, sino que con
un algo de práctica puede llegar a influir en el mundo
físico. Pero para esto, además de práctica,
se requiere una gran cantidad de ingenio y experiencia.
La consecuencia más inmediata de la
importancia del lenguaje como medio de supervivencia es que
los seres han desarrollado numerosas estrategias para aprovecharlo
al máximo. Aquí me referiré a cuatro
de ellas.
Falacias: He conocido a numerosos seres que
utilizan razonamientos incorrectos para cambiar el orden natural
de las cosas. Así, mediante estos errores lógicos
de su razonamiento, logran hacer que el mundo se comporte
de una manera no convencional. Sin embargo, se requiere de
gran destreza e ingenio para lograrlo. Es como si un espíritu
evaluara lo que dijeras o escribieras y si lo considera lo
suficientemente elaborado, entonces altera el mundo.
Retórica: Otros seres prefieren, más
que razonamientos incorrectos, utilizar sus habilidades retóricas
para sobrevivir en Logomenkos. Mediante juegos de palabras,
metáforas, analogías y muchas otras estrategias,
logran alterar el universo. Sin embargo, a diferencia de las
falacias (o los errores de razonamiento), las consecuencias
del uso de la retórica pueden ser más inesperadas
y menos intencionadas. Por esto es muy peligroso su uso, y
quienes tienen algo de sentido común prefieren utilizarlas
únicamente si las han estudiado minuciosamente.
Provocación: Otro recurso que he encontrado
sumamente útil consiste en la provocación. Decimos
algo sobre el mundo que es disparatado, pero no pretendemos
justificarlo, ni mediante razonamientos lógicos ni
mediante razonamientos aparentemente lógicos, ni mediante
juegos de palabras. Simplemente hacemos la afirmación.
Esto puede producir una alteración del orden del mundo
pero sin embargo su duración es muy poca. De nuevo,
el uso de las provocaciones no es tan fácil. El espíritu
del que hablé anteriormente para referirme al uso de
las falacias, aquí también parece que evaluara
qué tan disparatada ha sido nuestra provocación.
No todas las provocaciones funcionan. Sin embargo, no es tan
difícil hacer uso de ellas.
Creación de nuevos conceptos, palabras
y/o símbolos: Esta estrategia consiste en inventar
nuevos conceptos, palabras y/o símbolos, permitiendo
así referirse de una manera más efectiva a aquello
a lo que se está hablando. Mucho de lo que se quisiera
hacer no se puede debido a que el lenguaje no permite verlo.
Así, creando estos nuevos vehículos, muchos
seres han podido lidiar con el mundo de una forma mucho más
poderosa.
Existen otras estrategias más difíciles
de utilizar, de las que hablaré en otro capítulo,
incluyendo algunas que probablemente no conozca. Sin embargo
las cuatro anteriores son las más utilizadas.
Este mundo es de veras bien inconsistente.
Porque para dos seres diferentes se pueden dar dos 'verdades'
lo suficientemente reales. Y justo cuando van a chocar en
una contradicción, ocurre un fenómeno bastante
conocido que he denominado Salto salvador. El salto salvador
se encarga de mantener al mundo en funcionamiento. Si, como
dije antes, se está a punto de llegar a una inconsistencia
o contradicción, entonces pueden ocurrir varias cosas.
O bien al ser cuya consciencia está a punto de descubrir
la inconsistencia se le olvida de repente aquello sobre lo
que estaba pensando, o bien se le ocurre una idea que naturalmente
es falsa, pero que soluciona la inconsistencia. Cuando un
salto salvador ocurre, una nube verdosa rodea a quien estaba
a punto de descubrirla.
La organización
social
Logomenkos se caracteriza por que no existe
una regla general que determine que un ser de una raza en
particular no pueda hablar, tal y como lo entendemos nosotros
los humanos. Sin embargo no resulta tan frecuente que esto
suceda. Existen más bien casos aislados de pelícanos,
murciélagos, árboles y otros seres que han podido
comunicarse con los seres humanos.
Por lo general en Logomenkos coexisten sociedades
muy parecidas entre sí, aunque muy cerradas, que llamaré
regiones. Es decir, por lo general no existen regiones centrales,
que dominen a otras, sino pequeñas poblaciones autosuficientes
que en ocasiones y bajo ciertas circunstancias especiales
se relacionan con otras. A continuación describiré
cómo es una región típica.
Una región se compone de aproximadamente
50 miembros, que incluyen humanos, algunos animales, y otros
seres extraños que varían según la región.
Una vez conocí una región donde algunos miembros
eran esculturas de animales (que respiraban y hablaban, por
supuesto). De los 50 miembros, unos 40 son prácticamente
indistinguibles. Los otros 10 son seres únicos, legendarios,
diferentes a los demás, que cumplen una función
muy particular dentro de la sociedad.
Jefes: Casi siempre existe uno o dos jefes
que representan la autoridad. Estos jefes podrán o
no ejercerla en realidad; lo importante es que la simbolicen.
Algunos amigos míos han atribuido esta peculiaridad
alegando la necesidad de las sociedades de, viviendo en un
mundo sin leyes estables, poseer figuras que aunque ilusoriamente
representan el orden absoluto. Mas debido a esto es que muchas
de las sociedades únicamente valoran a sus jefes como
figura de presencia, prefiriendo en la práctica prescindir
de ellos en la mayoría de los casos. A veces, cuando
se les da mucha importancia ocurren problemas debido a su
incapacidad para controlar situaciones comunes.
Seres fugaces: Existe en cada región
una o máximo unas cuatro personas que se distinguen
por tener plena conciencia de lo que ocurre alrededor de sí.
Esta persona no participa activa o directamente en la sociedad,
razón por la cual pasa muy desapercibido por sus paisanos.
Pero está al tanto de todas las actividades de la sociedad
en general, sin conocer, claro está, todos los detalles.
Su poder radica en su capacidad de percepción, más
que de profundidad y rigurosidad. He denominado a estos seres,
seres fugaces. No estoy muy seguro de cuál es el objetivo
que los seres fugaces tienen (o incluso si éste es
único o depende de la región), pues ellos lo
saben esconder muy bien. Los seres fugaces son los guías
por excelencia de los recién llegados a una región.
Tribunal: Unos 10 o 12 seres constituyen
el tribunal de la región, y son los encargados de tomar
las decisiones prácticas. Este tribunal es muy variado;
en él hay desde seres muy ingenuos hasta seres muy
vivos, y algunos muy ambiciosos.
Mitos
de creación
De los cientos de mitos que he escuchado
sobre la creación del universo Logomenkos, la mayoría
de ellos terminan siendo muy leves variaciones de tres mitos
principales que describiré a continuación. En
realidad yo no tengo preferencia por alguno de ellos en especial.
El mito del ruido
"En el principio de todo no había
más que ruido por todos lados. Con ruido me refiero
a energía de cualquier tipo sin algún orden
o alguna armonía Dominaba el desorden, y no existía
ningún ente dotado de conciencia. El ruido no hacía
sino causar más ruido.
Hasta que en algún lugar del espacio
y en un tiempo bien definido, un choque de energías
produjo un ruido con cierta estabilidad, que pronto dejó
de ser ruido. Este nuevo ser logró una gran estabilidad
y pudo sobrevivir los ataques del mundo, y para esto desarrolló
conciencia. Es decir, llegó distinguirse de su entorno,
identificando una línea algo borrosa entre él
y el universo, desarrollando el lenguaje como un instrumento
para mantenerse vivo, dando sentido a sus acciones. Él
se dio a sí mismo un nombre que más o menos
corresponde a Fago. Mediante su lenguaje, llamado el Lenguaje
sagrado, logró crear más seres como él
a partir del ruido. Incluso él le atribuyó conciencia
al ruido, creyendo que el objetivo de este ruido era destruirle.
Así nació la conciencia sobre el bien y el mal
y la eterna lucha de eternos.
Poco a poco fue surgiendo más orden
a partir del ruido, y el mundo se volvió un mundo mucho
más estable, pero con mucho desorden todavía.
El Lenguaje Sagrado se encargó de mantener algo de
orden, reconociendo sin embargo que el universo era en esencia
desordenado.
Se dice que Fago dejó sus voces sagradas
impregnadas eternamente en el Valle Esquivo, donde cuenta
esta historia. Se dice también que en el final de los
tiempos todo volverá a ser ruido completamente porque
Fago fue creado por el ruido, entonces debe volver al ruido".
¿Qué puedo decir de este mito?
Bueno, me parece bastante plausible la historia, pero no creo
que al final de los tiempos todo vuelva a ser ruido. Esto
no tiene por qué ser así. Sin embargo aceptaría
la posibilidad de que todo se repitiera. Ruido, orden, ruido,
orden,... Aunque no sé que sentido pueda tener todo
esto. Tal vez ninguno.
El mito de la voz aguda
"En un comienzo no existía nada,
sino únicamente una voz aguda. Esta voz estaba dormida,
cuando de repente despertó, haciéndose sonido.
Este sonido fue creando al mundo, muy rápidamente.
Luego de crear los paisajes creó a los seres, dándoles
conciencia y un poco de su voz. Esta voz no creó el
lenguaje, sino que este siempre estuvo allí esperando
para ser hablado. La voz no tenía pensamiento; ella
en sí era voz y pensamiento. Lo que pensaba, era porque
lo pronunciaba. La voz no existía dentro de algún
cuerpo, sino que fluía eternamente en el espacio, atravesándolo
todo
Luego la voz designó a algunos seres
que representaran su voz regidora, para ejercer autoridad.
Estos seres hoy por hoy son los jefes de las regiones, que
han sido designados en un pasado por otros jefes que iban
a dejar de regir.
Al final de los tiempos, cuando hayan muerto
todos los reyes y todos los seres, las pequeñas voces
se reunirán en una sola voz que finalmente formará
la primera voz de nuevo. Entonces la voz decidirá si
volver a darle vida al mundo o apagarse para siempre y con
ella destruir al universo para la eternidad".
Es una buena historia, pero no sé
que pensar de una voz sin alguien que la produzca. ¿Existe
tal cosa? No me extrañaría demasiado que así
fuera. He visto cosas más aterradoras.
El mito del sueño
"Todo el universo es el producto del
sueño o la proyección de algún ser que
en realidad existe. Cuando ese alguien, llamado el Creador,
comenzó a soñar el sueño, los seres de
su sueño adquirieron conciencia, conciencia que representa
una pequeñísima fracción de la conciencia
total del creador.
Durante al sueño del creador algunos
seres logran despertar completamente, esto es, hacer de su
conciencia algo independiente de la conciencia del creador,
y escapar. Pero no será por mucho tiempo, pues no podrán
sobrevivir lejos de él. Cuando descubran los agujeros
más profundos en su identidad, se desintegrarán
y sus fragmentos desaparecerán.
Sin embargo, cuando el Creador despierte
de su sueño y vuelva su conciencia al mundo real, los
seres que tengan más coraje podrán sobrevivir
y llevar una vida independiente. De lo contrario se fundirán
de nuevo, como antes, perdiendo toda identidad posible hasta
que un nuevo sueño pueda mandarlos de nuevo a la tan
solo ilusoria autosuficiencia".
Debo reconocer que es difícil para
casi todos los seres de Logomenkos creerse esto. Sin embargo
dada mi condición, no me resulta nada difícil
creer que este mito sea posiblemente verdadero.
Otros mitos
Como afirmé anteriormente, existen
muchos otros mitos sobre la creación de este universo.
Algunos hablan de dioses que se enfrentaron para dominar el
universo, creando luego las razas para ayudarles, otros hablan
de unas mejores épocas antes que estas donde todo era
más ordenado, y otros dicen que todo ha existido así
eternamente.
Epílogo
A quienes no crean en lo que he dicho en
estas páginas les puedo decir que yo sí lo creo
por la sencilla razón de haberlo vivido por mi propia
experiencia. Si tal vez alguno de ustedes tuviera la fortuna
o la desdicha de entrar a Logomenkos, me creería plenamente,
e incluso tal vez lo que ha leído le llegaría
a ser lo suficientemente útil como para sobrevivir.
Supongo que el lector se preguntará
cómo hice para, estando en Logomenkos, poder mandar
este manuscrito a mi mundo natal. Pues bien, la respuesta
tomaría cientos de páginas y tal vez algún
día publique la respuesta y la mande allí. De
todos modos ni siquiera sé si mi método ha servido
o si le estoy escribiendo al ruido y nada más. Supongo
que si me leen seré considerado loco.
He sobrevivido durante más de 400 años aquí
en Logomenkos, aprendiendo tantas cosas como he querido aprender.
En todo caso, quisiera que lo que he aprendido sirviera de
algo para los que se encuentran en mi mundo natal, y no solo
los de mi pueblo, sino cualquier ser humano que en cien mil
o cien mil años lea mis escritos. Posiblemente sean
quemados y me consideren loco (aunque no me vean, por supuesto).
Pues bien, no estoy loco, pero no importa si me creen o si
nunca puedan entrar aquí. Me gustaría que algunas
almas lo suficientemente listas y con el coraje suficiente
pudieran sacar algún provecho real de todas mis experiencias,
transformándolas en algo práctico que sirviera
de algo. No sé si esto sea posible o si alguien lo
llegue a considerar... tal vez podrían inventar un
juego que simulara que se está en el mundo de Logomenkos.
Tal vez así podría aprovecharse, no únicamente
durante el juego sino en otras situaciones, mis descubrimientos.
Tal vez se podrían hacer nuevos descubrimientos. Quizá
alguien pueda encontrar la manera de entrar aquí y
sacarme.
Lo único que les digo es que soy Aleg,
y así sea real o una mera ficción tengo el poder
suficiente como para lograr en el lector una impresión
duradera. Logomenkos existe, mas no puedo probarlo. Pero no
basta con creer. Al menos si el lector pudiera vivirlo...